by Carlos Quiroga
Bolivia anunció el viernes en la noche que sus exportaciones de gas natural a Argentina y Brasil serán normalizadas a partir del mediodía del sábado, luego de más de 24 horas de un drástico recorte por daños causados al sistema de gasoductos por una protesta popular.
Tres ministros dijeron en conferencia de prensa que el Gobierno de Evo Morales recuperó el control de la convulsionada ciudad sudoriental de Yacuiba, epicentro de un conflicto regional, incluida una vital estación de bombeo de gas y crudo que había sido saqueada por manifestantes.
"Una vez concluida la operación militar de recuperación de la planta (de bombeo) Yabog, queremos informar (...) que desde el día de mañana a mediodía prácticamente se va a recuperar la normalidad en la exportación de este importante recurso natural," dijo el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.
El anuncio se produjo al final de una jornada de tensión en los mercados energéticos regionales, que habían sido sacudidos por la decisión previa de Bolivia de reducir en más del 75 por ciento sus exportaciones de gas a Argentina y en más de un 10 por ciento los envíos a Brasil.
Los ministros de Defensa, Walker San Miguel, y de Gobierno, Alfredo Rada, dijeron que la población de Yacuiba, aproximadamente 1.400 kilómetros al sudeste de La Paz y fronteriza con Argentina, recibieron con aplausos el retorno de los militares y policías luego de tres días de violentas protestas.
Quintana dijo que técnicos de la petrolera estatal YPFB y de la operadora de conductos Transredes, filial de la anglo-holandesa Royal Dutch Shell, trabajaban ya en la reparación de la planta, cuya semiparalización había forzado a reducir la producción de gas.
Ejecutivos de YPFB, de Bolivia, y de la estatal brasileña Petrobras se habían rehusado previamente a pronosticar cuándo se normalizaría el bombeo, pues esto dependía de la reparación de la planta Yabog de Transredes.
Sebastián Daroca, de YPFB, informó en conferencia de prensa en La Paz que el recorte del bombeo afectó tanto al mercado del norte argentino como a los brasileños de Cuiabá y Sao Paulo, representando un total de un 20 por ciento de las exportaciones promedio a ambas naciones vecinas.
Precisó que el bombeo a Argentina se redujo de 5 millones de metros cúbicos diarios a 1,2 millones, a Cuiabá de 2,2 millones a cero y a Sao Paulo de 24,6 millones a 24 millones.
Asimismo, Argentina "muy posiblemente" recortaría desde el sábado las exportaciones de gas a Chile -que depende casi totalmente de las ventas del fluido argentino- para compensar el recorte, dijo el viernes a Reuters una fuente del Gobierno.
Las protestas en la provincia sudoriental de Gran Chaco, que se han extendido desde el fin de semana pasado y han dejado un muerto en medio de choques con fuerzas de seguridad, aún no estaban totalmente controladas y representaban la peor dificultad que ha enfrentado Morales en las exportaciones de gas.
DAÑO EN CADENA
Daroca dijo que la disminución de las exportaciones obedeció a un recorte forzoso de la producción de gas en el campo San Alberto, operado por Petrobras, desde 10 millones de metros cúbicos diarios a sólo 3,4 millones.
Al confirmar la reducción de volúmenes, Petrobras dijo que la operación de San Alberto, alrededor de 1.400 kilómetros al sudeste de La Paz, corría riesgo de ser paralizada totalmente a partir del domingo en la tarde, con un daño mayor sobre las exportaciones.
"Si no se modifican los volúmenes, la planta va a parar el domingo a las 18.00 horas local (2200 GMT), porque se van a llenar los tanques y no va a haber dónde almacenar petróleo," dijo el gerente de San Alberto, Edmundo Majluf, a periodistas que visitaron el viernes el yacimiento.
"Al parar la planta (...) cerraríamos todos los pozos y ahí paramos de producir y de exportar gas también," agregó, confiando en que la situación no se agrave antes por una posible intervención de pobladores de la región.
Pero la posibilidad de una toma, en la continuación de las protestas chaqueñas, seguía en pie, dijo a las afueras de la instalación Delio Aguilera, dirigente de los casi un millar de manifestantes que cercaban San Alberto desde el jueves.
"Estamos decididos inclusive a tomar la planta (...) vamos a tomar decisiones muy drásticas," dijo Aguilera.
Las protestas de pobladores de Gran Chaco son en respuesta a movilizaciones que realizó hace dos semanas la provincia vecina de O'Connor, en un enfrentamiento por la posesión del gigantesco yacimiento de gas Margarita, operado por la española Repsol-YPF .
Al explicar el problema técnico, Daroca dijo que "la producción de gas de San Alberto está asociada a la producción de líquidos y debido a la toma de las instalaciones de Transredes en Yacuiba estos líquidos no pueden ser evacuados tanto al mercado de exportación como al mercado interno."
El ministro de Energía de Brasil, Silas Rondeau, dijo el viernes en Brasilia que conversó telefónicamente con su colega boliviano de Hidrocarburos, Carlos Villegas, quien le prometió que Bolivia daría prioridad al abastecimiento al mercado brasileño por sobre el argentino.
El recorte de exportaciones ocasionaba una pérdida fiscal a Bolivia de casi un millón de dólares diarios. Daroca advirtió que podría ser el doble si el campo San Alberto tiene que reducir su producción prácticamente a cero.
Bolivia ha proyectado que las ventas de gas alcanzarán un valor de casi 2.000 millones de dólares en el 2007.
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Tres ministros dijeron en conferencia de prensa que el Gobierno de Evo Morales recuperó el control de la convulsionada ciudad sudoriental de Yacuiba, epicentro de un conflicto regional, incluida una vital estación de bombeo de gas y crudo que había sido saqueada por manifestantes.
"Una vez concluida la operación militar de recuperación de la planta (de bombeo) Yabog, queremos informar (...) que desde el día de mañana a mediodía prácticamente se va a recuperar la normalidad en la exportación de este importante recurso natural," dijo el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.
El anuncio se produjo al final de una jornada de tensión en los mercados energéticos regionales, que habían sido sacudidos por la decisión previa de Bolivia de reducir en más del 75 por ciento sus exportaciones de gas a Argentina y en más de un 10 por ciento los envíos a Brasil.
Los ministros de Defensa, Walker San Miguel, y de Gobierno, Alfredo Rada, dijeron que la población de Yacuiba, aproximadamente 1.400 kilómetros al sudeste de La Paz y fronteriza con Argentina, recibieron con aplausos el retorno de los militares y policías luego de tres días de violentas protestas.
Quintana dijo que técnicos de la petrolera estatal YPFB y de la operadora de conductos Transredes, filial de la anglo-holandesa Royal Dutch Shell, trabajaban ya en la reparación de la planta, cuya semiparalización había forzado a reducir la producción de gas.
Ejecutivos de YPFB, de Bolivia, y de la estatal brasileña Petrobras se habían rehusado previamente a pronosticar cuándo se normalizaría el bombeo, pues esto dependía de la reparación de la planta Yabog de Transredes.
Sebastián Daroca, de YPFB, informó en conferencia de prensa en La Paz que el recorte del bombeo afectó tanto al mercado del norte argentino como a los brasileños de Cuiabá y Sao Paulo, representando un total de un 20 por ciento de las exportaciones promedio a ambas naciones vecinas.
Precisó que el bombeo a Argentina se redujo de 5 millones de metros cúbicos diarios a 1,2 millones, a Cuiabá de 2,2 millones a cero y a Sao Paulo de 24,6 millones a 24 millones.
Asimismo, Argentina "muy posiblemente" recortaría desde el sábado las exportaciones de gas a Chile -que depende casi totalmente de las ventas del fluido argentino- para compensar el recorte, dijo el viernes a Reuters una fuente del Gobierno.
Las protestas en la provincia sudoriental de Gran Chaco, que se han extendido desde el fin de semana pasado y han dejado un muerto en medio de choques con fuerzas de seguridad, aún no estaban totalmente controladas y representaban la peor dificultad que ha enfrentado Morales en las exportaciones de gas.
DAÑO EN CADENA
Daroca dijo que la disminución de las exportaciones obedeció a un recorte forzoso de la producción de gas en el campo San Alberto, operado por Petrobras, desde 10 millones de metros cúbicos diarios a sólo 3,4 millones.
Al confirmar la reducción de volúmenes, Petrobras dijo que la operación de San Alberto, alrededor de 1.400 kilómetros al sudeste de La Paz, corría riesgo de ser paralizada totalmente a partir del domingo en la tarde, con un daño mayor sobre las exportaciones.
"Si no se modifican los volúmenes, la planta va a parar el domingo a las 18.00 horas local (2200 GMT), porque se van a llenar los tanques y no va a haber dónde almacenar petróleo," dijo el gerente de San Alberto, Edmundo Majluf, a periodistas que visitaron el viernes el yacimiento.
"Al parar la planta (...) cerraríamos todos los pozos y ahí paramos de producir y de exportar gas también," agregó, confiando en que la situación no se agrave antes por una posible intervención de pobladores de la región.
Pero la posibilidad de una toma, en la continuación de las protestas chaqueñas, seguía en pie, dijo a las afueras de la instalación Delio Aguilera, dirigente de los casi un millar de manifestantes que cercaban San Alberto desde el jueves.
"Estamos decididos inclusive a tomar la planta (...) vamos a tomar decisiones muy drásticas," dijo Aguilera.
Las protestas de pobladores de Gran Chaco son en respuesta a movilizaciones que realizó hace dos semanas la provincia vecina de O'Connor, en un enfrentamiento por la posesión del gigantesco yacimiento de gas Margarita, operado por la española Repsol-YPF .
Al explicar el problema técnico, Daroca dijo que "la producción de gas de San Alberto está asociada a la producción de líquidos y debido a la toma de las instalaciones de Transredes en Yacuiba estos líquidos no pueden ser evacuados tanto al mercado de exportación como al mercado interno."
"Por los daños en el sistema, se está generando una acumulación de líquidos en el campo San Alberto," agregó.
El ministro de Energía de Brasil, Silas Rondeau, dijo el viernes en Brasilia que conversó telefónicamente con su colega boliviano de Hidrocarburos, Carlos Villegas, quien le prometió que Bolivia daría prioridad al abastecimiento al mercado brasileño por sobre el argentino.
El recorte de exportaciones ocasionaba una pérdida fiscal a Bolivia de casi un millón de dólares diarios. Daroca advirtió que podría ser el doble si el campo San Alberto tiene que reducir su producción prácticamente a cero.
Bolivia ha proyectado que las ventas de gas alcanzarán un valor de casi 2.000 millones de dólares en el 2007.
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