by Emilio Godoy
El Gobierno mexicano defendió su decisión de reducir su ofrecimiento de abastecimiento de crudo de 230 mil barriles diarios a 80 mil para el proyecto de refinería centroamericana.
Entrevistado por Prensa Libre durante la última jornada de la consulta ciudadana en materia de hidrocarburos para elaborar el Plan Nacional de Desarrollo (PND), Mario Gabriel Budebo, subsecretario de Hidrocarburos, argumentó el pasado viernes que esa baja se debe a la caída de la producción petrolera mexicana.
Sin embargo, consideró que, incluso con la disminución del compromiso de abastecimiento de parte de Petróleos Mexicanos (Pemex), el proyecto aún es viable, pues, según el funcionario, las empresas interesadas -la estadounidense Valero Energy, China National Petroleum Corporation, Reliance Industries Limited, de India, y la japonesa Itochu- no están preocupadas por el abastecimiento, sino por asuntos como el tamaño del mercado regional y los incentivos que el país escogido para la sede de la planta ofrezca.
Durante la pasada cumbre de Campeche, México anunció que comprimía su oferta inicial de entrega de petróleo, a causa de la caída en la extracción de sus principales campos, y redujo el lapso de duración de ese compromiso de 20 a 8 años.
Ante ello, el Gobierno guatemalteco pidió un informe técnico a Pemex de las razones de este cambio, el cual, según Budebo, no enviará. En cambio, el subsecretario indicó que aclararán las dudas surgidas durante una próxima reunión del Programa de Integración Energética Mesoamericana, a la que pertenece la refinería, y para la cual aún no hay fecha ni sede.
En la inauguración del último día de consultas para el PND, el director de Pemex, Jesús Reyes Heroles, insistió en la inversión necesitada por la paraestatal para mejorar su operación que estimó en 33 mil millones de dólares.
Gana apoyos
Mientras, la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) respaldó la nueva configuración del proyecto, que tendrá un costo de unos 7 mil millones de dólares y cuyo diseño establece una capacidad refinadora de 360 mil barriles diarios.
Rafael Hernández Villanueva, vicepresidente de la comisión de Energéticos de la Concamin, comentó a Prensa Libre que “esta decisión se justifica, porque Pemex no tiene dinero para invertir en una refinería nueva”, por lo que el proyecto en Centroamérica es “deseable, viable y necesario”.
Pero, a pesar del optimismo mostrado por mexicanos y centroamericanos, otros actores del proyecto son más cautos, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Roberto Vellutini, jefe del área de Energía e Industria, del Departamento del Sector Privado del organismo continental, dijo a Prensa Libre que el proyecto refinador está “aún verde”, pues “no se ha establecido la parte estructural” del mismo.
Por ello, el BID condicionó su respaldo para la obra a su viabilidad financiera. El banco apoyará “desde que se arregle la arquitectura del proyecto, que sea algo bancable (sic)”, dijo Venturini, entrevista durante el seminario “Retos y perspectivas del sector de energía”, realizado en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.
“Es una responsabilidad y el banco se encargará de hacerlo financieramente viable”, aclaró Vellutini, de origen brasileño.
En medio de las incertidumbres, la refinería parece ganar espacio en otros sitios, como las páginas de la revista especializada en las tendencias del gasto e inversión en el sector industrial Business News America.
En su estudio sobre la infraestructura y la tecnología en Latinoamérica en 2007, esa publicación escogió al proyecto petrolera entre los 10 más importantes a realizar en la región entre 2007 y 2017, por la magnitud de la inversión y el impacto en su ramo.
El Gobierno mexicano defendió su decisión de reducir su ofrecimiento de abastecimiento de crudo de 230 mil barriles diarios a 80 mil para el proyecto de refinería centroamericana.
Entrevistado por Prensa Libre durante la última jornada de la consulta ciudadana en materia de hidrocarburos para elaborar el Plan Nacional de Desarrollo (PND), Mario Gabriel Budebo, subsecretario de Hidrocarburos, argumentó el pasado viernes que esa baja se debe a la caída de la producción petrolera mexicana.
Sin embargo, consideró que, incluso con la disminución del compromiso de abastecimiento de parte de Petróleos Mexicanos (Pemex), el proyecto aún es viable, pues, según el funcionario, las empresas interesadas -la estadounidense Valero Energy, China National Petroleum Corporation, Reliance Industries Limited, de India, y la japonesa Itochu- no están preocupadas por el abastecimiento, sino por asuntos como el tamaño del mercado regional y los incentivos que el país escogido para la sede de la planta ofrezca.
Durante la pasada cumbre de Campeche, México anunció que comprimía su oferta inicial de entrega de petróleo, a causa de la caída en la extracción de sus principales campos, y redujo el lapso de duración de ese compromiso de 20 a 8 años.
Ante ello, el Gobierno guatemalteco pidió un informe técnico a Pemex de las razones de este cambio, el cual, según Budebo, no enviará. En cambio, el subsecretario indicó que aclararán las dudas surgidas durante una próxima reunión del Programa de Integración Energética Mesoamericana, a la que pertenece la refinería, y para la cual aún no hay fecha ni sede.
En la inauguración del último día de consultas para el PND, el director de Pemex, Jesús Reyes Heroles, insistió en la inversión necesitada por la paraestatal para mejorar su operación que estimó en 33 mil millones de dólares.
Gana apoyos
Mientras, la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) respaldó la nueva configuración del proyecto, que tendrá un costo de unos 7 mil millones de dólares y cuyo diseño establece una capacidad refinadora de 360 mil barriles diarios.
Rafael Hernández Villanueva, vicepresidente de la comisión de Energéticos de la Concamin, comentó a Prensa Libre que “esta decisión se justifica, porque Pemex no tiene dinero para invertir en una refinería nueva”, por lo que el proyecto en Centroamérica es “deseable, viable y necesario”.
Pero, a pesar del optimismo mostrado por mexicanos y centroamericanos, otros actores del proyecto son más cautos, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Roberto Vellutini, jefe del área de Energía e Industria, del Departamento del Sector Privado del organismo continental, dijo a Prensa Libre que el proyecto refinador está “aún verde”, pues “no se ha establecido la parte estructural” del mismo.
Por ello, el BID condicionó su respaldo para la obra a su viabilidad financiera. El banco apoyará “desde que se arregle la arquitectura del proyecto, que sea algo bancable (sic)”, dijo Venturini, entrevista durante el seminario “Retos y perspectivas del sector de energía”, realizado en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.
“Es una responsabilidad y el banco se encargará de hacerlo financieramente viable”, aclaró Vellutini, de origen brasileño.
En medio de las incertidumbres, la refinería parece ganar espacio en otros sitios, como las páginas de la revista especializada en las tendencias del gasto e inversión en el sector industrial Business News America.
En su estudio sobre la infraestructura y la tecnología en Latinoamérica en 2007, esa publicación escogió al proyecto petrolera entre los 10 más importantes a realizar en la región entre 2007 y 2017, por la magnitud de la inversión y el impacto en su ramo.
www.BajaeNergyBLOG.com/Te interesa el Mundo del Petroleo y Gas
0 comments:
Publicar un comentario