Extraoficialmente se conoció que Diego Uzcategui, quien es asistente a la presidencia de Pdvsa, renunció a su cargo.
El asesor de Pdvsa es padre de Daniel Uzcategui Spetch, quien presuntamente estaba en el avión con el empresario venezolano Alejandro Antonini Wilson, quien intentó introducir una valija con 800.000 dólares el 4 de agosto, en Buenos Aires Argentina.
SON VARIAS LAS MALETAS
Producto del desplumaje de PDVSA y del Fisco Nacional, son varias las maletas llenas de dólares hasta el tope que han salido del país,. Nada impide en Venezuela el robo de dólares o de no importa qué, así como su salida del mismo; ya vimos cómo la complicidad permitió que nuestros funcionarios en Maiquetía no viesen nada, ni se enterasen del "equipaje" del Señor Antonini quien, consentido del régimen, es testaferro de peces gordos.
Si me quedaba alguna duda -que ciertamente no me quedaba- le leí al Reverendo Padre Palmar que "Lo del maletín con dólares que fue detectado en el aeropuerto de Buenos Aires no es nuevo, hemos conocido al menos otros dos casos similares".
Lo de la maleta muestra la grave consecuencia de la falta de autonomía de los Poderes Públicos. El Fiscal General, el inefable Julián Isaías, declaró en las primeras de cambio que "no se abrirá una investigación pues el presunto delito se cometió en Argentina". O es un imbécil, o su sometimiento a la orden presidencial de no investigar lo reitera como indigno del cargo que lo hace titular del monopolio, para el ejercicio de la acción penal, que la Constitución le otorga. Sólo gracias a la presión de la opinión pública nacional e internacional, y al empuje del Gobierno argentino, se está poniendo en movimiento "la justicia venezolana".
Mano suave con los asesinos y ladrones claramente vinculados con el régimen, linchamiento moral, cárcel y juicio amañado contra los opositores al régimen, con razón o sin ella. No es difícil percatarse que la decisión gubernamental es no investigar, menos aún sancionarlo. En los diez primeros días, luego del hallazgo de los aduaneros bonaerenses, el pasado sábado 4, las autoridades venezolanas manifestaron su "desgano absoluto" para investigar, comenzando por el Presidente de la República, nuestro Embajador en Buenos Aires, el Canciller, el Ministro del Interior -el agudo e "inteligente" Capitán Carreño- y el Vicepresidente, quien dijo que el asunto era una "imbecilidad" ; el Gobierno evade la investigación. Hasta Vielma Mora, que fue el primero en reconocer que el Sr. Antonini "tiene altas inversiones con la industria petrolera", pidió "cautela en las investigaciones para no perjudicar a nadie", mientras el Ministro Carreño, "hombre de corazón sensible y sentimientos nobles", pidió cuidar el buen nombre de Antonini y no hacer acusaciones sin que antes los tribunales hayan dictado sentencia. Todo esto me hace recordar las primeras declaraciones de Chávez ante la masacre de la Plaza Altamira, cuando dijo "el pobre Gouveia no puede ser condenado a priori por la opinión pública".
Me indigna, como a todos los venezolanos, que el régimen quiera que lo de la maleta "quede de ese tamaño". Sabemos que lo de la maleta es apenas un botón, una punta de iceberg; no puede quedar impune, ni permitirse que la sanción sea sólo para "el chinito de Recadi". Tenemos que obligarnos todos, cada uno en su propio escenario, a no silenciar el caso hasta que no sean castigados los responsables. Protestemos. Reclamemos.
"La corrupción en la industria petrolera acabará con el proyecto revolucionario de Chávez"; "estoy seguro que el Presidente está al tanto de todo lo que está pasando en la industria"; "presenté pruebas de la compra de taladros chinos con 600 % de sobreprecio" , así como de "tanqueros preñados con droga", oculta en un doble casco en buque fletado por PDVSA y detectado en España, así lo denuncia el Padre Palmar, quien concluye "creo que estamos llegando al llegadero".
También yo lo creo; lo corrupto se cae, lo podrido se desploma.
El asesor de Pdvsa es padre de Daniel Uzcategui Spetch, quien presuntamente estaba en el avión con el empresario venezolano Alejandro Antonini Wilson, quien intentó introducir una valija con 800.000 dólares el 4 de agosto, en Buenos Aires Argentina.
Via: Globovisión
SON VARIAS LAS MALETAS
Producto del desplumaje de PDVSA y del Fisco Nacional, son varias las maletas llenas de dólares hasta el tope que han salido del país,. Nada impide en Venezuela el robo de dólares o de no importa qué, así como su salida del mismo; ya vimos cómo la complicidad permitió que nuestros funcionarios en Maiquetía no viesen nada, ni se enterasen del "equipaje" del Señor Antonini quien, consentido del régimen, es testaferro de peces gordos.
Si me quedaba alguna duda -que ciertamente no me quedaba- le leí al Reverendo Padre Palmar que "Lo del maletín con dólares que fue detectado en el aeropuerto de Buenos Aires no es nuevo, hemos conocido al menos otros dos casos similares".
Lo de la maleta muestra la grave consecuencia de la falta de autonomía de los Poderes Públicos. El Fiscal General, el inefable Julián Isaías, declaró en las primeras de cambio que "no se abrirá una investigación pues el presunto delito se cometió en Argentina". O es un imbécil, o su sometimiento a la orden presidencial de no investigar lo reitera como indigno del cargo que lo hace titular del monopolio, para el ejercicio de la acción penal, que la Constitución le otorga. Sólo gracias a la presión de la opinión pública nacional e internacional, y al empuje del Gobierno argentino, se está poniendo en movimiento "la justicia venezolana".
Mano suave con los asesinos y ladrones claramente vinculados con el régimen, linchamiento moral, cárcel y juicio amañado contra los opositores al régimen, con razón o sin ella. No es difícil percatarse que la decisión gubernamental es no investigar, menos aún sancionarlo. En los diez primeros días, luego del hallazgo de los aduaneros bonaerenses, el pasado sábado 4, las autoridades venezolanas manifestaron su "desgano absoluto" para investigar, comenzando por el Presidente de la República, nuestro Embajador en Buenos Aires, el Canciller, el Ministro del Interior -el agudo e "inteligente" Capitán Carreño- y el Vicepresidente, quien dijo que el asunto era una "imbecilidad" ; el Gobierno evade la investigación. Hasta Vielma Mora, que fue el primero en reconocer que el Sr. Antonini "tiene altas inversiones con la industria petrolera", pidió "cautela en las investigaciones para no perjudicar a nadie", mientras el Ministro Carreño, "hombre de corazón sensible y sentimientos nobles", pidió cuidar el buen nombre de Antonini y no hacer acusaciones sin que antes los tribunales hayan dictado sentencia. Todo esto me hace recordar las primeras declaraciones de Chávez ante la masacre de la Plaza Altamira, cuando dijo "el pobre Gouveia no puede ser condenado a priori por la opinión pública".
Me indigna, como a todos los venezolanos, que el régimen quiera que lo de la maleta "quede de ese tamaño". Sabemos que lo de la maleta es apenas un botón, una punta de iceberg; no puede quedar impune, ni permitirse que la sanción sea sólo para "el chinito de Recadi". Tenemos que obligarnos todos, cada uno en su propio escenario, a no silenciar el caso hasta que no sean castigados los responsables. Protestemos. Reclamemos.
"La corrupción en la industria petrolera acabará con el proyecto revolucionario de Chávez"; "estoy seguro que el Presidente está al tanto de todo lo que está pasando en la industria"; "presenté pruebas de la compra de taladros chinos con 600 % de sobreprecio" , así como de "tanqueros preñados con droga", oculta en un doble casco en buque fletado por PDVSA y detectado en España, así lo denuncia el Padre Palmar, quien concluye "creo que estamos llegando al llegadero".
También yo lo creo; lo corrupto se cae, lo podrido se desploma.
Via: Seprin